Queso de Cabra

El queso de cabra (más pertinentemente queso de leche de cabra), igualmente citado chèvre (‘cabra’ en francés) es cualquier clase de queso que tiene como materia prima la obtención de la leche de cabra.

Características del queso de cabra

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Algunas de las características del queso de cabra son las siguientes:

1. Leche

La leche de este animal contribuye al particular gustillo ácido del queso de cabra.

2. Proteínas

Características del queso de cabra

Estudios nuevos exponen que el queso hecho de leche de cabra posee más proteína que el queso de vaca, y que es muy análogo a la leche humana.

3. Distribución

A pesar de que en Occidente se ha acreditado el uso de la leche de vaca, la de cabra y sus procedidos se utilizan extensivamente en el resto del planeta.

Debido a que el queso de cabra se fabrica a menudo en zonas donde la congelación no siempre está aprovechable, los quesos de cabra curados suelen frecuentarse con sal para optimar su subsistencia.

Debido a esto, la sal ha sido atañida con el sabor del queso de cabra, fundamentalmente en el caso del queso feta, que se mantiene en salmuera.

Historia del queso de cabra

El queso de cabra se ha hecho durante miles de años, y tal vez fue uno de los primeros géneros lácteos arreglados.

En su forma más sencilla, el queso de cabra se dispone dejando que la leche cruda se pueda cortar de forma natural, desaguando y comprimiendo entonces la coagulada.

Otras metodologías utilizan ácido (como por ejemplo el vinagre o el zumo de limón) o cuajo para espesar la leche.

Los quesos de cabra delicados se hacen artesalmente a nivel mundial, enganchando los cocineros haces de gasa repleto de cuajada en las cocinas moderadas durante varios días para desaguar y curarla.

Si el queso va a ponerse viejo, suele bañarse en sal para que cree una cáscara, y luego se acumula en una zona fresca durante algunos meses.

El queso de cabra se suaviza cuando se caliente, sin embargo no se funde de la misma manera en que lo realizan muchos quesos de vaca.

Los quesos de cabra más fijos con corteza se asan a veces para lograr un queso templado excelente para bañar sobre pan con ajo tostado, o solo.

Beneficios del queso de cabra

El queso de cabra es un óptimo y suculento nutrimento que nos acompaña desde la prehistoria y que brinda significativos favores para nuestra salud por su bajo comprendido en grasas y su gran contribución de calcio, proteínas y vitaminas.

En este sentido, si el queso es una elección excelente en nuestra dieta por su alto comprendido nutricional, el queso de cabra, por sus específicas propiedades, es aún mejor iniciativa frente a los quesos de vaca.

De hecho acopla en el intenso sabor del queso de búfala, su gasto se está acreditando cada vez más en países donde prevalecían proverbialmente los quesos fabricados con leche de oveja y leche de vaca esto es debido, conjuntamente de por su original sabor, a sus significativas ventajas.

Propiedades del queso de cabra

Propiedades del queso de cabra

Los principales propiedades del queso de cabra que ponemos subrayar son:

1. Fácil de digerir

La leche de cabra sujeta menos lactosa, caseína y elementos grasos que la leche de vaca, por eso se asimila mejor y es más adaptada para personas con intolerancias y dificultades gástricos.

Esto del mismo modo la hace perfecta para para los niños y de hecho, tras la leche materna, la de cabra es la mejor opción por ser la más análoga en su organización y la más proporcionada.

2. Nutrientes

El queso de cabra presenta alto comprendido de nutrientes.

Es una buena fuente de vitamina A, fósforo, hierro, niacina, vitamina D, vitamina K, riboflavina, potasio y tiamina.

Sujeta bajos niveles de sodio y suministra mayor contribución de albúminas y calcio que el queso de alce.

Esta eminente aportación nutricional hace del queso de cabra un nutrimento perfecto para prevenir la anemia, la presión arterial, osteoporosis y las dificultades respiratorias, pues crea menos mucosas.

Para los niños forma una sana añadidura a su alimentación y les servirá para un mejor crecimiento y desarrollar su cerebro.

3. Bajo en calorías

Asimismo, el queso de cabra es más bajo en calorías, colesterol y grasa, ya que  su leche presenta menos partículas grasas que la leche de vaca.

Del mismo modo, es también más liviano.

Así pues, aporta menos calorías y grasas colmadas (cerca de un tercio menos), con lo que es una elección excelente para dietas bajas en grasa y colesterol, así como para advertir contra lo que es la diabetes y aquellos padecimientos cardiovasculares.

4. Sujeta probióticos y menos hormonas

En otro sentido, se puede señalar que en los quesos de cabra hay altos niveles de probióticos, que optiman la flora intestinal y el sistema inmunológico, al mismo tiempo de desarrollar la capacidad de empapar el calcio y resumir la vitamina B.

Por otro lado, se suelen hallar menores proporciones de aditivos y hormonas que en los quesos fabricados con leche de vaca.

Tipos de queso de cabra

Tipos de queso de cabra

Algunos de los tipos de quesos de cabra son los siguientes:

1. Rulo de cabra

Como distintivo principal este queso es uno de los más cremosos que se pueden registrar.

Asimismo, que su exposición sea en representación de rulo hace que sea mucho más posible de servir, se corta en chicas lonjas y discos y listo.

Debido a su contextura cremosa, el rulo de cabra se desordena en la boca y es muy dulce, lo que lo hace admirable para el postre.

No obstante del mismo modo es perfecto para dorar con pizzas, los paninis o también para las suculentas tartaletas.

2. Encella de cabra                             

Es un queso de cabra fresco que se puede ajustar bien tanto en comidas dulces como también en aquellas que son saladas.

Es un queso con aspecto, suave y de los considerados menos agrios.

3. Crottin de chavignol

Es un queso de cabra oriundo de la cultura francesa, de pasta blanda y, al inverso que el rulo de cabra, de cáscara natural.

Esta clase de queso se puede gastar cuando se halla en 3 estados: fresco, semi-fresco y seco.

El gustillo se va haciendo más agudo y agrio según va madurando y su cáscara se va volviendo azulada hasta que se torna de una tonalidad rojizo cuando el queso está áspero.

4. Chabichou du poitou igualmente tratado d. o. poitou

Es un queso de los reflexionados de pasta blanda y cáscara natural.

Posee un 45% de materia grasa y un tono muy blanco.

La contextura es fija y cremosa y el gustillo es suave al paladar.

Como en el caso anterior, del mismo modo se amarga con el pasar de los tiempos y, por ello, se puede utilizar para cualquier clase de comida en función de su gestación.

5. Cabécou du périgord o cabécou

Cabécou” representa cabrito en castellano.

Este queso de leche de cabra posee una gestación que va desde los diez hasta los 30 días.

Es blando y fino, con pasta agradable y de cáscara natural.

Se muestra en chicos discos y se puede cocinar con carnes o se puede consumir sin ningún acompañamiento.

Es un queso excelente para acabar la cena.

6. Queso de cabra rocamadour

Éste es otro de los quesos que poseen una corteza natural y son de pasta suave.

Son más densos que el tipo de queso aludido primeramente y muestran en sus estrías en su forma.

Es un buen queso para disponer caliente.

Su gestación es de unas dos semanas, tras las cuales pasa de un sabor manso a un gustillo bastante agudo y amargo.

7. Queso tommes

Es un queso de montaña de la clase de pasta comprimida no cocida del que conversábamos al principio.

Este queso de cabra goza de dos variedades primordiales, el de los pirineos y el de saboya.

Puede aprovechar para foundue, como horneado o inclusive comer tal cual, pendiendo siempre de la diversidad (saboya o pirineos) de la que platiquemos.

8. Queso de cabra banon

Su contextura es un poco aceitosa y su gustillo es dócil pero goza de mucha presencia.

Esta peculiaridad provenzana se suele mostrar en hojas de castaño ligadas con una variedad de rafia.

Es un queso estimado de aspecto original y paladar único por su gran composición de estructuras y manchas.

Variedades del queso de cabra

Variedades del queso de cabra

Entre otras diversidades de queso de cabra que podemos encontrar están:

1.El feta de Grecia

2.El Garrotxa de España

3.El queso “blue”

4.El queso cheddar, en este caso, muchas veces son mezclados en su fabricación con otras variedades de leche, pueden ser de otros mamíferos.

Todo lo que no sabías del queso de cabra

Muchos se embrollan a la hora de elegir un buen queso.

La primera codificación por la que pasan se basa en el ejemplar de leche: vaca, oveja, cabra, entre otras. Y, especialmente, el de cabra es uno de los que ideo que se desconoce.

Hay muchas presentaciones y estilos, y quizás con desiguales designes, por lo general el queso de cabra presenta menos calorías y menos grasa que otros queso, siendo uno por ejemplo el  de vaca.

Por otro lado, este tipo de queso como lo mencioné anteriormente es mucho más fácil de digerir como los quesos sin lactosa ya que sus niveles de lactosa son muy escasos de los que se encuentran en otras leches y por lógica en los otros quesos.

Asimismo, el conocido “chevre”, que simboliza cabra en francés, es blando, sin cáscara, con estructura de queso crema.

La leche de cabra es muy rica en calcio y proteínas, por lo que además es excelente para el corazón y una muy buena alternativa para aquellas personas que son alérgicas a la leche de vaca.

Cómo hacer tu propio queso de cabra casero

Cómo hacer tu propio queso de cabra casero

Para crear un buen queso, la eficacia de la materia prima es fundamental.

En Los Robledos las cabras se encuentran al aire por todo el terreno en el que su dueño la ubique, dando una leche insuficiente, espesa, grasa y aromatizada.

Lo perfecto es ir a primera hora de la mañana para realizar un recorrido por alguna finca ecológica y ser parte en la tarea del ordeño de los respectivos animales.

Primero

Por otro lado, una vez hemos derivado la leche de cabra, la pasamos y la avivamos a una olla hasta lograr una temperatura de unos 30ºC (esta clase de queso se ejecuta con leche cruda, de modo que no hay necesidad de ser hervida).

En otro sentido, retiramos del fuego y agregamos el cuajo, una enzima que apoya a que se coagule la proteína de la leche y por lo general puede ser oriundo de diversos animales, derivado específicamente del estómago de novillos jóvenes), sin embargo, si no les gusta emplear este, también se puede hallar de modo vegetal, que se origina a partir de cardo machacado.

Segundo

Del mismo modo, vamos a dejar descansar la mezcla hasta que notemos que la leche se ha coagulado.

En este orden de ideas, una vez llegado el momento de “cortar el cuajo”, se debe utilizar una lira o una espumadera, dibujando una superficie cuadrada ficticia sobre la masa, para lograr pequeños cubitos sólidos que se apartarán del suero que se encuentra en estado liquido.

Este sumario es muy significativo ya que precisa el “temperamento” del queso.

Tercero

Si se pretende que éste posea muy poca humedad, se cortan fragmentos pequeños.

Si se quieren quesos con mayor saturación, se dejan partículas magnas, en cuyo interior quedará estancada con una suma significativa de suero. Asimismo, colamos la composición sobre un colador para apartar el suero.

Por otro lado, la parte sólida que nos ha resultado sobre el colador es con la manera en la que vamos a fabricar nuestro queso.

De esta manera, ubicamos una porción de la mezcla dentro de un aro resistente (el molde), y obligando con las manos, lo vamos comprimiendo para que siga goteando.

Asimismo, hay que considerar un dato muy valioso, si nos pasamos y excluimos demasiado suero, nos quedará al final un queso totalmente duro y estoy segura que no querremos algo así.

A su vez, una vez compactado, arrojamos sal por los dos lados, sacamos del molde y listo, tenemos como resultado un suculento queso de cabra casero.

Por otro lado, ya queda de nuestro criterio rebozarlo en pimienta, hierbas aromáticas, pimentón, cebolla, ají, entre otros alimentos que les darán un sabor peculiar.

Finalmente

Para darle un toque a nuestro queso de cabra es que posteriormente a lo contado anteriormente lo llevamos a casa para acabar con el proceso de sudado, maduración y curación.

Lo ubicaremos sobre un plato y cada día le vamos a dar la vuelta, para que se vaya curando de forma semejante por ambas caras. Y en unos 60 días estará listo para comer.