Queso de Burgos: historia, características,nutrientes conservación y usos

La mayoría de los quesos deben pasar por un proceso de curación para que más adelante puedan ser consumidos. En este sentido, en la ciudad de Burgos, localizada en España, existe un alimento que forma parte de los lácteos que sin duda se ha vuelto famoso y exitoso desde sus inicios hasta ahora, pues les hago mención del queso de Burgos.

Historia del queso de Burgos

Historia del queso de Burgos

La historia del queso de Burgos señala que este viene de la comunidad autónoma de Castilla y León, ubicado en España. Asimismo, queda registrado que al momento de la elaboración de este producto se necesitaba de una temperatura baja que se hallaba en las elevaciones de esta comunidad, hicieron que se pudiera crear una variedad de queso que no necesitaba de un proceso de curación para que se pudiera conservar.

En otro orden de ideas, diversos testimonios señalan que el queso de Burgos se originó en Briviesca. No obstante, como se ha logrado una favorable comercialización de este producto, actualmente no se distribuye en España ni en el continente europeo, sino que se ha visto también en otras regiones fuera de esas tierras.

Características del queso de Burgos

Entre las características asociadas al queso de Burgos podemos encontrar:

Tipo de leche

En sus inicios se elaboraba este delicioso queso a base de leche de oveja no pasteurizada, sin embargo, a raíz que este ingrediente no se consigue con facilidad, diversos artesanos, e incluso, empresas, han tomado la decisión de realizarlo con leche de vaca, o también existe otro que se elabora con la combinación de las dos variedades de este líquido blanco que pasan en la actualidad por un proceso de pasteurización.

Tonalidad

Por otro lado, el color que presenta el queso de Burgos es blanco.

Textura

Este alimento presenta una textura totalmente blanda y muy aguada, con un toque de líquido y mantecoso.

Corteza

Ya que se está haciendo mención de una variedad que entra en la categoría de quesos frescos, este no muestra corteza.

 Olor

Por otro lado, este queso presenta un olor fresco a leche.

Sabor

sabor del queso de Burgos

Asimismo, el sabor que tiene el queso de Burgos es muy leve, en algunas secciones saladas. Del mismo modo, el gusto de este producto dependerá de la cantidad de leche de oveja que se utilice al momento de su elaboración.

Grasas

Debido que se trata de un alimento que no muestra mucho porcentaje de grasas, no aporta tanto valor enérgico. Sin embargo, tiene una elevada suma de proteínas, calcio y fósforo. En otro sentido, las grasas de este queso está representada por una serie de ácidos grasos saturados, que al ser oriundo de procedencia animal, puede presentar colesterol.

Peso

El queso de Burgos puede encontrarse en el mercado en diferentes cantidades, es decir, algunos pueden llegar a pesar alrededor 360 gramos, otros de 800 gramos y del mismo modo los hay de 2 kilogramos.

Dato curioso: Actualmente, el único modo que hace que se distinga a un original queso de Burgos es que este posea en sus ingredientes al menos 10% de leche de oveja. Por otro lado, se recomienda que el queso se mantenga en refrigeración para aumentar el tiempo de conservación. Igualmente, no debe pasar mucho tiempo para que se consuma ya que como presenta mucho suero de leche puede provocar la aparición de hongos y bacterias.

Los nutrientes del queso de Burgos

Los nutrientes del queso de Burgos

Anteriormente se explicaron algunos de los aportes nutricionales que se pueden encontrar en el queso de Burgos. Sin embargo, a continuación se puede evidenciar que este presenta una caloría por cada gramo, es decir, si hablamos de 100 calorías, esto se balanza a 100 gramos de este queso, aparte que de esa misma cantidad se le registra un 6,8 gramos de proteínas, entre otros nutrientes.

De igual forma, al tratarse de un producto que se elabora a partir de leche de oveja, de vaca o de la mezcla de las dos, presenta una buena cantidad de calcio, para ser más precisa, unos 210 miligramos por cada 100 gramos de este suculento queso. No obstante, existen otros aportes que poseen mayores cantidades en comparación con el calcio. Pues, se le puede evidenciar una suma considerable de sodio, es decir, 1.200 gramos de este mineral por 100 gramos de queso de Burgos. Igualmente, se le observa, otros beneficios como fósforo, magnesio y vitaminas (A, B y D).

Conservación del queso de Burgos

Conservación del queso de Burgos

En otro sentido, el queso de Burgos es un alimento que siempre debe estar refrigerado para evitar que se dañe y que se forme una cantidad de bacterias y hongos que pueden afectar la calidad del producto y la salud de quien lo consuma, es por esto que se necesita una temperatura de 4 grados centígrados. Asimismo, el tiempo que se necesita para ser consumido es realmente breve, es decir, debe consumirse rápido, puede durar alrededor de una semana.

Usos del queso de Burgos

Usos del queso de Burgos

El queso de Burgos puede consumirse solo o acompañado, perfectamente se percibe en cantidades de postres y no afectará el sabor del plato ya que su contenido de sal en cuanto al gusto, no es elevado. Entre algunas de las comidas dulces que quedan perfectamente con este alimento está la miel, el dulce de membrillo, ensalada de frutas. Igualmente queda muy bien con una amplia variedad de frutos secos, tortas, tartas.

Ahora, si nos enfocamos a bebidas, este queda excelente con el vino blanco de Rueda o el Penedés, caldos de características rosadas o blancas.

 La curación y el queso de Burgos

La mayoría de los quesos pasan por un proceso de curación lo que hace que las personas logren conseguir un aumento de peso. Asimismo, en la curación de este producto se evidencia un proceso químico donde se aprecia la fermentación y oxidativas de la leche al momento de combinarla con cuajo animal o en su defecto, con algún ácido, como es el caso del vinagre o el jugo de limón.

curación del queso de Burgos

Del mismo modo, este alimento al momento de su elaboración pasa por un procedimiento análogo al que se evidencia con el requesón, es decir, se calienta la leche, a esta se le añade el cuajo animal o ácidos (vinagre o jugo de limón) se deja que pase un tiempo y al momento que se evidencie que la leche se corta o que se separa el suero de las cuajadas, colamos para dejar que se pierda todo el líquido, conservando únicamente la cuajada que será al final lo que se consumirá como queso.

En torno a lo expuesto, al queso de Burgos perder el suero de la leche, se pierde al final el peso total que tendrá el producto y también las grasas que se halla, por esta razón los quesos curados tienden a engordar y el queso de Burgos no, quedando perfecto como un alimento para las dietas.

Conclusión del queso de Burgos

Conclusión del queso de Burgos

Luego de un amplio estudio relacionado con el queso de Burgos, se aprecia que este es un alimento derivado dela comunidad de Castilla y León, ubicada en España. Igualmente, se trata de una variedad de alimento que entra en la categoría de quesos frescos, como es el caso del queso crema o el requesón.

Del mismo modo, se le aprecia por su poco contenido de calorías, quedando como un producto favorito para los amantes de las dietas, sin embargo, aporta una amplia variedad de beneficios como es el caso de vitaminas A, B y D, calcio, sodio, fósforo y magnesio.

La textura del queso de Burgos es suave, cremosa, donde se produce el proceso de desuerado, por lo que uno de sus rasgos característicos es que tenga una textura granulosa o semi sólida. Por otro lado, a pesar que presenta mucha cantidad de sodio, es un queso no salado, su sabor es muy leve con un gusto a leche fresca.

En sus inicios se elaboraba únicamente con leche de oveja, sin embargo, como esta no se consigue actualmente con facilidad, muchos productores han tomado la decisión de elaborarlos con leche de vaca o en su defecto, con la combinación de las dos variedades de leches. Aunque para que se le otorgue el seudónimo de queso de Burgos este debe poseer alrededor de 10% de leche de oveja, de lo contrario se estaría haciendo mención de otro tipo de alimento.

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